Hace unos meses me llamaba Chema Conesa a través de Gumersindo Lafuente porque sabía de mi retrato a Enrique Meneses, Corazón de tinta. Desde que Enrique murió esperaba esta llamada.
Pensé que se trataba de que, al fin, aquella idea de la que él tanto hablaba, que tanto le ilusionaba y con la que pretendía premiar a los jóvenes que quisieran emprender la aventura del foto-periodismo, la Fundación Enrique Meneses, iba a ser una realidad, y que aquel retrato que le hice estaría en una de sus paredes, como habíamos hablado alguna vez.
No será en las paredes de su Fundación, aún, pero sí estará, hasta el 26 de julio, en la sala Canal de Isabel II, colgado nuestro retrato entre las 90 fotografías de la exposición “La vida de un reportero”, expo comisariada por Chema Conesa, que pretende mostrar, no tanto al fotógrafo, sino al periodista que estaba siempre en el lugar en el que tenía que estar.
Yo siempre digo que fue como Forrest Gump, estuvo presente en todos los momentos más importantes de la historia. Sólo tenéis que ojear su libro, “Hasta aquí hemos llegado“, para comprobarlo.
No pude asistir a la inauguración. La maternidad me ha impedido zafarme, pero iré a disfrutar de su obra, ¡cómo no!, y además iré con Candela, para que te vaya conociendo desde ya.
Abrazos, Enrique, y gracias, como siempre, por enseñarnos tanto… Te encantaría conocer a Candela… Espero que seamos capaces de enseñarla a vivir como “predicabas”.
